domingo, 15 de abril de 2012

XXI Simposio Nacional de Estudios Clásicos (UNL, Santa Fe, Argentina) - Experiencia personal

Entre los días 21 y 24 de septiembre de 2010 asistí al XXI Simposio Nacional de Estudios Clásicos - θεορεῖν/Speculari: La palabra que ordena, interpreta y hace inteligible el mundo.

Aquí está el link a la página del Simposio, auspiciado por la AADEC (Asociación Argentina de Estudios Clásicos): http://xxisnec.aadec.org/

Debo decir que pasé una de las mejores semanas de mi vida allí. Disfruté enormemente mi estadía en la ciudad de Santa Fe (de tamaño parecido a Bahía Blanca), y tuve la oportunidad de visitar también Paraná. El punto cúlmine de mi viaje fue la visión del río y de las barrancas, una visión tranquilizante y heracliteana al mismo tiempo. Quedé maravillado con la humanidad de los habitantes de estas dos ciudades.

Conocí mucha gente buena, que no sólo me brindó su amistad sino también la oportunidad de compartir su trabajo conmigo. Gente de todas partes del país así como de otros países de Latinoamérica, de Estados Unidos y de Europa. Recuerdo vívidamente mi charla personal con el Prof. David Bamman, del Perseus Project: fue la primera vez que me vi obligado a conversar en inglés. Pero sin duda, la experiencia más maravillosa de mi viaje fue haber conocido a dos personas sensibles y divertidas (además de grandes estudiosos de la Antigüedad y el Medioevo) como Matías Vicentín y el Dr. Guillermo Correa Pabón, de quienes no me puedo olvidar, así como a mi mediadora de mesa en el Simposio, la Dra. Emilia Flores de Tejada, quien me regaló una copia de su tesis doctoral (me eché a llorar cuando me la regaló, lo confieso). Nombrar a todas las personas con las que me contacté sería hacer el post interminable.

(Luego actualizaré el post y postearé algunas fotos).

La calidad humana de quienes nos dedicamos a los estudios clásicos es muy importante, no sólo para estrechar fuertes vínculos afectivos, sino también para difundir nuestro conocimiento y nuestras producciones. En cualquier ámbito de trabajo, la calidad humana es importante, pero en nuestro caso lo es más, porque contribuye a la vitalidad de nuestra rama y la alimenta con nuevos integrantes y vínculos comunicativos estrechos. Cuando hablo de "calidad humana", hablo de, por un lado, una buena predisposición para dar a conocer los trabajos propios, y por otro lado, la modestia y la buena predisposición ante las críticas de los mismos así como de las perspectivas teóricas de investigación y pedagogía. Esto último (especialmente la modestia) es un poco más difícil de encontrar, pero no imposible, por supuesto.

(A veces admito que me enojo un poco cuando recibo críticas, pero eso se debe a que pongo mucho compromiso en mi trabajo. Es una lección que debo aprender todavía.)

Hablando en términos académicos, presenté un trabajo titulado "El mirar y el conocer en el Prólogo del Áyax de Sófocles: configuraciones epistémica y moral del mundo", que hacía deliberadamente honor al nombre del Simposio. Este trabajo ya perfila las bases de mi campo de investigación, a saber: la tragedia de Sófocles. Grosso modo, trato de abarcar y vincular tres perspectivas del corpus que decido estudiar: el lingüístico, el filológico y el filosófico, partiendo siempre de una temática particular y confrontando distintas interpretaciones, generalmente contemporáneas, en estos campos.

Debo agradecer las correcciones que, muy gentil y acertadamente, me han hecho las Dras. Viviana Gastaldi (gracias a cuyo aval pude presentarme como expositor) y María del Carmen Cabrero, las profesoras titulares de la cátedra que integro, por quienes guardo un singular afecto y admiración. Mención aparte merece también la Dra. Lidia Gambon, puesto que fue su rigor científico el que dio el primer envión a mi labor académica.

Este trabajo, desde lo emocional, significa mucho para mí, que estoy iniciándome en los estudios clásicos. Recuerdo las palabras de mi amigo Guillermo Correa Pabón cuando me dijo "si tú has publicado un trabajo académico a la edad que tienes [yo tenía 23], tienes que sentirte orgulloso". También recuerdo que mi temática de la relación entre visión y conocimiento atrajo a la Dra. Flores de Tejada, porque en su tesis doctoral había trabajado una temática similar, pero en Esquilo.

Por supuesto, cualquier crítica constructiva será bienvenida (prometo no enojarme).

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